cambiarse de ropa para desayunar con mi hermana. "Me hice bolas --me explicó Celeste Dangond-- pues de pronto me pareció que no podían matarlo si estaba tan seguro de lo que iba a hacer." Yamil Shaium fue el único que hizo lo que sehabíapropuesto.Tanprontocomoconocióelrumor salió a la puerta de su tienda de géneros y esperó a Santiago Nasar para prevenirlo. Era uno de los últimos árabes que llegaron con Ibrahim Nasar, fue su