cocina, la alacena y el cuarto de plancha, si lo hubiere. Yo, prevaliéndome de mi masculinidad, iré a sonsacar a los monjes. Dentro de una hora nos reunimos aquí y nos contamos qué hemos descubierto. ¿De acuerdo? Memiródearribaabajo,seencogiódehombros y se fue sin decir nada. Me pregunté qué cosa le habría hecho cambiar de tan súbito y radical modo su actitud para conmigo y, no atisbando explicación verosímil, decidí