Francesca. Habíamos huido tras robarle a la ciudad --a Venecia-- la música de aquel concierto de mandolino interpretado por I Solisti Veneti en una de las iglesias desconsagradas. Fue una experiencia sublime; una experiencia de la que difícilmente se puededarexplicación.Lamúsicahabíahechobrotar llamas de los muros del templo; ardió su rancia atmósfera de siglos y pasó a nuestros pechos produciendo en ellos una sensación dulce y fogosa. Sí, se trataba de una ebria exaltación
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BROTAR - Salir espontáneamente de un lugar, un líquido o planta (o una parte de ella)