Pero la de Cosimo nada tenía que ver --aunque fuera el mismo personaje-- con la Simonetta delicada y virginal de Botticelli, la misma que Poliziano recordara en sus Stanze y Lorenzo de Medici en sus sonetos y en sus Comentari. La misma Venus plena y sana que Botticelli hicierabrotardeunverdosomarsobreelquellovían flores. Adriana, al ver el cuadrito en la habitación de Jano, lo reconoció en seguida y había relacionado automáticamente aquel personaje femenino --en
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BROTAR - Salir espontáneamente de un lugar, un líquido o planta (o una parte de ella)