lámina vegetal que ardía sobre el agua, preservando bajo su delgadísima textura el calor de los días ya pasados. Fue sólo un momento, porque la maga, al golpear con su cuerpo la superficie líquida, había convertido el primoroso tapiz en un revoltijo opaco de hojas sucias. Juliánbebióuntragolargoyfríodesucopa.Sólo el martini rubio y transparente, sólo el brillante líquido encerrado en el cristal helado conservaba el color y el sabor del verano. III