padre decía: --Vamos a hacer un viaje. --¿Adónde? --inquirió la madre sin dejar de comer. -- ¡Al Sur! --saltó David, y miró al padre a través de la mesa. El padre se limpió la boca con la servilleta doblada, bebióunpocodevinoydijo: --No. Al Sur, no. A Madrid. La madre siguió comiendo, tranquila y seria. Sin levantar los ojos del plato, preguntó: