--¿Todavía no te has ido? --... que no se encuentra bien. Y no por mi culpa. Yo no tengo nada que ver con ella, aunque te confieso que no me importaría tenerlo e incluso, ¿quiénsabe?,reformarmeporsuamorycrearun hogar y una familia. Hice una pausa para que pudiera intercalar algún exabrupto, pero guardó silencio, de lo que deduje que ya había mordido el anzuelo. Y es que es