de invertir una querella, convirtiendo al denunciante en denunciado sin esperar a ver ni aun casi haber dado curso a la denuncia. A nadie que lo haya visto se le puede tachar de suspicaz si se recela de algún posible intento de intimidación. DepolitizaciónhablaMeliá,sinadvertirquelapolitizaciónnosiempre está en la voz del que denuncia, sino tal vez más a menudo en el paranoico oído del que escucha. Por otra parte, si por politización hubiese que entender una posible aplicación del caso al intento de incoar nuevas