la aventura de Galtieri tan descabellada que acabasen optando, con toda buena fe, por no prestar el crédito debido a las señales que la anticipaban. Pero una cosa es conceder que el león no ha incurrido tal vez en tamaña alevosíacomoladefingirseguirdurmiendo,aunhabiendoadvertidolos movimiento de la presa, al ver que se le venía ella solita hacia las fauces, y otra, bastante más difícil, desechar la sospecha de que, aun habiéndole pillado realmente de sorpresa a los británicos el ataque de Galtieri, al