cierto. Si le ven entrar a usted y salir con el maletín, su vida no valdrá un adarme. Yo, en cambio, conocido en el barrio y con esta pinta de baldufa, no despertaré sospechas. Dejeme ir y verá como no le defraudo. Muchomeconmoviósuofrecimiento,perohube de rechazarlo, porque no tenía demasiada confianza en su eficacia, aunque no fueron éstas las razones que le di, sino las siguientes: --Su puesto