de Florencia y para la gloria de la Iglesia. MAFFEI.- Lo sé, señor. CARDENAL.- Reposa esta noche cuanto puedas. Mañana deberás tener los músculos distendidos. Recuerda: toda la fuerza en el puño, la mirada en la nuca. Tú y Bagnone osocuparéisdeLorenzo.FranciscodePazziyBernardo Bandini, de Julián, que es aún más diestro que su hermano. Aunque ésta es una preocupación innecesaria, pues el logro del plan reside en que en el lugar y en el momento