hermano, pero él no. Corremos un gran peligro, Jacobo de Pazzi, un gran peligro... No tratéis de engañarme, estoy cierto de lo que os digo. Aunque el rojo estallido de la sangre en la herida menublólavista,tuvefuerzasparaverlemarcharsevivo hacia la sacristía... ¿O lo habéis visto mejor que yo? ¿Podéis asegurármelo? Se formó tanto revuelo en aquel momento que quizá yo... pero esto es un consuelo inútil. No,