Texto contextualizado: |
sus talones y se dirigió de nuevo a la cortina. Visto del revés parecía más viejo. Lo que no le impidió sostener con un brazo el cortinón para que pasáramos sin despeinarnos a la pieza contigua, que era una sala rectangular y de tamaño considerable. Cuando digo considerable quiero decir ciento veinte metros de largo por cuarenta de ancho y siete de alto. Las paredes, en las que no había ventana ni abertura alguna al exterior, salvo unos paneles enrejados por donde el |
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