" me dijo con benevolencia, cruzandose de brazos y mirandome con sus ojos de fiebre. Me extrañó que no me preguntara qué hacía allí, en tu habitación, que ya no era de nadie, levantada tan temprano. Intuí que ella conocía el motivo de mi curiosidad. Entonces también yo fui directa: "¿Quién es Gloria Valle?" "Una loca", me respondió, mostrando en su sonrisa una gran ternura hacia aquella mujer que tú, ahora