justificarla con ejemplos. Allá los otros. Si bien lo piensas, todas las pasiones y las demasías de placer son una vergüenza. Claro, para los demás, que no viven con bastante intrepidez. Pues finjamos, querida; ocultemoslo y, al mismo tiempo que lo cargamos de culpa, lo valoraremos mejor. No hay mayor prudencia contra esta hipócrita sociedad que ocultarle bien los pasadizos por los que nos burlamos de sus leyes y todo lo demás. ZOÉ.