la faltó la risa y la palabra. Ella nunca habitó de verdad entre nosotros. Simulaba su alegría y su ternura. Pero un dolor mortal subía por su cuerpo como una gragrena que la iba debilitando, hasta que un vacío espantoso se incrustó en su alma y en su rostro ya para siempre. Y entonces, sólo entonces, se apiadó de ti, para tu desgracia y la mía.
SUR:099.13
INCRUSTAR - Hacer que una entidad penetre en algo o quede adherida.