JUAN.- (Tranquilo.) Inténtelo. Mirela. Aquí está... (Ha depositado un puñadito de cenizas en la palma de su mano y las vuelve a dejar caer en el interior del sobre.) JAVIER.- ¡Guarde eso! ¡Es horrible! ¡No quiero verlo! JUAN.- No dramatice. No es de buen gusto. Haga un esfuerzo y diga algo. Usted es un hombre brillante. Cuando los periodistas le hacen preguntas,