a ver si la reconoce al tacto? (Introduce sus dedos en el sobre y se los ofrece a Javier, que retrocede demudado.) Se llamaba Elena. Elena Castell. Y yo era su marido. Tenía veintiocho años y murió hace seis meses. Llevábamos cuatro años casados. ¿Se acuerda ahora de ella? Elena Castell. Esto es lo que queda de ella. Cenizas. JAVIER.- No... no sé qué decir.