JULIA.- ¡Cierra eso! ¡No quiero oírlo! (Javier obedece e interrumpe la comunicación.) ¡No quiero saber nada! GABRIELA.- Como siempre. Nosotros casi nunca queremos saber nada. (Hemos empezado a oír, muy a lo lejos, los ladridos de una jauría de perros. Por un instante, un escalofrío parece recorrer la escena. Pero los personajes se sobreponen.) ERNESTO.- ¡Cielo santo! ¡Qué noche tan estúpida