al frente y Leoncio le prende del pecho la condecoración. Acto seguido declama grandilocuente.) Dichoso aquel que como tú, ¡oh, burro heroico!, da hijos para que mueran defendiendo la selva de sus mayores. (Loristo aplaude. Gatina silba.) ¿Quién silba? ¡La selva de sus mayores he dicho! ¡No hay nada como la plata! LOS TRES.- (Extrañados.) ¿Qué? LEONCIO.- ¿Cómo? ¿
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