se anticipa al pensamiento para forzarlo a adquirir una certeza que él por sí mismo no consigue alcanzar. Es una acción que, adelantandose a dar por buena y por averiguada la apreciación que presupone y la convicción que el sujeto desea ya previamente tener, en verdad las produce o fortalece. "Lo trato como un perro" se refleja retrospectivamente sobre la convicción y la dirige, como su propia premisa o su demostración: "Luego no es más que un perro"