tu juego de hace seis años. Esta vez no. ADELA.- Siempre he sentido curiosidad por conocer el mundillo interno del Vaticano. ¿Camináis flotando por los corredores? ¿Se oyen arpas celestiales detrás de las puertas? ¿Escucháis la palabra de Dios por megafonía? RAMON.- Cuando te lo propones tienes un encanto especial para ser desagradable. ADELA.- ¿O tenéis ordenadores, fotocopiadoras, télex y el Santo Padre desayuna leyendo el «Financial Times»?