senos conversación telefónica que sostuve con aquí el travestí --empezó el comisario señalandome a mí y dirigiendose a todos en general y a ninguno en particular, aunque no apartaba los ojos de los rotundos atributos de la Emilia--, me apresuré a verificar si el señor Ministro con el que nos habíamos entrevistado era genuino, comprobando de inmediato que no y llegando por ende a la conclusión de que habíamos sido víctimas de una engañifa. Supe, no obstante, anteponer