hacerlo. RAMON.- Y a mí que lo hagas. Es un buen entrenamiento. EMILIA.- ¿No os dejáis nada? ¿Tú tampoco, hija? ADELA.- (Se halla un poco apartada, sin participar en la conversación general.) No, mamá. EMILIA.- ¿Seguro? JAVIER.- Salvo nuestros corazones, que se quedan aquí, nada, mamá. (Jovial, ha alzado en vilo a la madre y gira con