EMILIA.- Nadie notó nada, ni tus padres, ni tus hermanos... Ni lágrimas, ni el menor nerviosismo... Fue un verano feliz hasta que... ADELA.- ¡Seguí el consejo de los manuales prácticos: «Cuando la violación sea inevitable, tiéndete y disfruta de ella»! (Como un relámpago, Emilia propina una bofetada a su hija al tiempo que exclama irritada:) EMILIA.- ¡No hables así! (Se arrepiente inmediatamente y repite con