y no encuentre quien sostenga mi causa. (Va enloquecida de un lado para otro.) Dios, Dios, Dios, Dios. ROCIO.- Cállate que lo vas a volver loco. No va a saber a dónde acudir. PALOMA.- Mi torre ha sido el corazón de esta casa, el rompeolas de todas. Desde ella salía la sangre en todas direcciones. ROCIO.- Y tanto, ¡criminala! PALOMA.- En ella se resolvían todos