, amada de uno, querida de ciento. No tengo contento ni valgo ya nada por ser malcasada. BEGOÑA.- Que miraba la mar la malcasada, Que miraba la mar cómo es ancha y larga. CARMIÑA.- Me casaron estando yo fuera, cuando hablaba con el molinero para ser yo su molinera. MONTSERRAT.- De niña me casaron con amores que no amé: malcasadita me llamaré. ROCIO.- No quiero casas caídas, ni paredes derrumbadas, ni