selo este estanque hace dos años". Del sueño recuerdo esto y que al despertar me invadía una incómoda desazón. A pesar de los problemas comunes y de los que a cada uno en particular por razones de sexo, condición o circunstancias afligían, la noche nos brindó un sueño reparador y la aurora nos alumbró descansados, animosos y bien dispuestos. Con una pella negruzca que conseguimos despegar del fondo de un tarro y agua caliente nos hicimos café y don Plutarquete desenterró de