ANA.- (Irónica.) ¿Sólo? TEO.- Por supuesto. Es la única forma sensata de vivir. ANA.- ¿Es otro consejo del psiquiatra argentino? TEO.- El psiquiatra sólo escucha y ya es bastante, más de lo que he conseguido nunca contigo. ANA.- No te quejes. La profesora americana de lenguas románicas te escuchaba de maravilla este verano. Siempre me he preguntado qué clase de amor hace una catedrática en lenguas.