la autocrítica. Pensé que Arturo también entraba en ella. TEO.- (Irritado.) ¡Dejalo, ya!, ¿vale? (Teo inicia el mutis.) (Cambia la luz. Convención dramática que aísla a Ana con una luz cenital y deja en la penumbra a Teo, absolutamente inmóvil.) ANA.- Las palabras te duelen más que los hechos. No te dolió que tu nombramiento en Bruselas te lo consiguiera Arturo a cambio de