la y sin reservas una declaración de fines que la aplastante rutina de la moral moderna exige como justificación incluso a cosas mucho menos nocivas como el propio deporte, que se ve obligado a justificarse como medio para desarrollar el cuerpo, para mantenerse en forma, para mens sana in corpore sano o qué sé yo qué más pijoterías. El que una actividad cruenta como el terrorismo se vea tanto más obligada a racionalizarse y moralizarse con su propia declaración de fines -y aseveración