loslos honrosa ("paz honorable", como se maltradujo por entonces). Y a esta función simbólica fue a lo que respondieron los feroces bombardeos de Haiphong y de Hanoi: la firma del tratado sobrevino inmediatamente después, y los bombardeos lograron de este modo la apariencia de que el tratado había sido arrancado a los vietnamitas con la fuerza de las armas, y sólo este sangriento simulacro satisfacía con cierto grado de eficacia las exigencias de "una paz honrosa", dado