no tenía labios, no tenía boca: callaba y guardaba su secreto. Y su secreto eras tú. De madrugada todo el valle se había puesto ya en alerta. Con la primera luz te encontraron al final de la carretera que conducía hacia el lago, aterida, agotada, sonámbula. Seguías caminando --¿hacia dónde?-- cuando te encontraron.
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CONDUCIRI.4 - (fig.) Servir [algo, esp. un camino o similar] como medio de llegada [a un lugar]