A Rosa y a Néstor les llamaban «los Profesores». Al cojo también le gustaba leer, discutir, oír música, y se hizo amigo de ellos. Un curioso rincón, en aquel suburbio lleno de miseria... (Ha iniciado la marcha y sale por la derecha. ROSA va hacia la puerta. NÉSTOr se levanta mirandola.) NÉSTOR.- (Con suavidad.) No han llamado, Rosa. ROSA.- Me pareció. (A DIONISIO.