Texto contextualizado: |
comenzó a llorar, tensa y dificultosamente; siguió llorando sin ruido, despacio; al principio con vacilación, pronto abiertamente, dejando correr el miedo entre las lágrimas que empapaban su cara y sus manos y descendían por los antebrazos desnudos. Escuchaba quejidos dentro de su cabeza, silbantes, agudos y largos como astillas, astillas tan grandes como las que a menudo viera en la cuadra junto al tocón sobre el que se partía la leña y que le desgarraran la piel de las palmas |
MIR:012.10 |