Ninguno de nuestros dictadores, ni los más osados, han negado la legitimidad histórica de la democracia. El primer régimen que se ha atrevido a proclamar una legitimidad distinta ha sido el de Castro. El fundamento de su poder no es la voluntad de la mayoría expresada en el voto libre y secreto sino una concepción que, a pesar de sus pretensiones científicas, tiene cierta analogía con el Mandato del Cielo de la antigua China. Esta concepción, hecha de retazos del marxismo (
TIE:177.24
ATREVER - Decidirse [a hacer algo que resulta arriesgado]