palestinos y éstos huyeron para refugiarse en Jordania (un Estado inventado por la diplomacia británica). Allá provocaron una guerra civil hasta que fueron aplastados por los beduinos, sus hermanos de sangre y religión. De nuevo fugitivos, se asilaron en el Líbano, un país célebre por la dulzura de sus costumbres y por la pacífica y civilizada convivencia entre musulmanes y cristianos. Los palestinos rehicieron sus guerrillas y convirtieron al Líbano en una base de operaciones contra Israel. Al mismo tiempo