resuelve en una metahistoria: el culto al Mahdi, el Imán oculto. A su vez, la metahistoria chiita desemboca en un milenarismo a un tiempo nacionalista, religioso y combatiente, fascinado por el culto al martirio. La revuelta que acabó con el Sha y su régimen es una traducción a términos más o menos modernos de todos los elementos que he mencionado más arriba. Subrayo, otra vez, que no somos testigos de una revolución en el sentido moderno de esta palabra,