sido fieles a la tradición que fundó a su país y en la que el examen de conciencia ocupa un lugar central. Ahora bien, esa tradición puritana, al acentuar la separación, es antihistórica y aislacionista. Cuando los Estados Unidos abandonan su aislamiento y participan en los negocios de este mundo lo hacen como el creyente en tierra de infieles. Los escritores y periodistas norteamericanos tienen una insaciable curiosidad y están muy enterados de la actualidad pero, en lugar de comprender, juzgan.