qué es lo que había en las entrañas de aquel edificio. Salté dentro y, después de atravesar algunos pasillos y salas abandonadas, me encontré en la platea de un teatro. Un teatro completamente en ruinas. Lo que más me impresionó, Francesca, fue que el techo de la sala se había hundido completamente. Ahora el cielo azul era el techo del edificio. Cascotes y vigas se habían derrumbado sobre las butacas, que estaban destrozadas y medio podridas. Entre las carcomidas