a los médicos, Abreu los clasifica en dos grupos: los estudiosos y los que tienen, como los charlatanes, la virtud de curar. Él se incluye en el primer grupo. En cierta medida le doy la razón. Me consta que es un estudioso y que al hablar de cuestiones médicas despliega un deslumbrante acopio de conocimientos. No puedo, sin embargo, negar la evidencia: en la historia de la medicina, el sitio de Francisco Abreu es el de un terapeuta
HIS:127.21
CONSTARII - Ser (re)conocido un conocimiento, concepto o hecho entre varias entidades