ridículo) y exclamó alborozada: --Una semana en el Uruguay, con vos. ¡Qué divertido! --Hizo una pausa y agregó: --Sobre todo si no hubiera Jornadas. Se dejó convencer. El día de la partida amanecí con fiebre y, al promediar la mañana, me sentía pésimamente. Si no quería ser una carga para Daniela, debía renunciar al viaje. Confieso que estuve esperando un milagro y que sólo a última hora le anuncié que no la acompañaba
HIS:022.27
AMANECERII - Estar/ aparecer en un determinado estado al amanecer. Por ext., empezar a existir