--No, y ya me acostumbré a estas caminatas. ¿Para qué va a desandar camino? ¿Cómo se extravió? --Nunca estuve en la zona. --¿No me diga que vino buscando alguna mujer? --¿Por qué se le ocurre eso? --Por nada. Locuras mías. Parecía cuerdo, pero el hecho de que viviera en un manicomio me alarmaba y empecé a preguntarme si me tocaría estar mucho tiempo con un loco, encerrado en el