de ejemplo a las muchachas casaderas durante dos generaciones, aunque ya a la segunda con mucho menos fruto. De la madre aprenderá / la joven / a ser sufrida y paciente, a perdonar y seguir amando... sin que la fatiga agote su fortaleza de espíritu ni la impaciencia malogre su esfuerzo, ni la incomprensión la aparte de su deber. En una novelita del año 50 se nos presenta a un estudiante, Miguel, perdidamente enamorado de Julieta, y a quien la impaciencia