Es un ser deliciosamente absurdo que encuentra naturalísimo llevar en lo alto de la cabeza una seta estilizada y usar gafas negras a las nueve de la noche mientras toma su vermut con ginebra y mancha de carmín su cigarrillo rubio... Después de acudir a vuestra cita con hora y media de retraso, os llevará a merendar a sitios carísimos, solamente por ella conocidos, que desequilibran vuestro presupuesto. La chica modosa se resistía a dejarse invitar por un hombre que no fuera su novio