la interesados en mantener de modo suficientemente convincente, también y sobre todo para sus propios ojos, no debe inducir al error de tomar al pie de la letra y sin reservas una declaración de fines que la aplastante rutina de la moral moderna exige como justificación incluso a cosas mucho menos nocivas como el propio deporte, que se ve obligado a justificarse como medio para desarrollar el cuerpo, para mantenerse en forma, para mens sana in corpore sano o qué sé yo qué