, novedosamente hallada, y que en razón de tales circunstancias explica un sentido admirativo. Pero el trabajo no es ningún invento nuevo que surja de pronto para subvenir a la necesidad humana, sino el correlato genérico de la necesidad misma. Exaltar el trabajo porque libera al hombre de la necesidad, no tiene más sentido que exaltar el rascado porque libera al hombre del picor. Otra cosa, obviamente, pretendía el marxismo con su apología: la de independizar la pura categoría abstracta del