en el flujo descoyuntado de sus imágenes. No hallaba descanso pero sí comenzaba a advertir síntomas de agotamiento y pérdidas mentales de apenas unos segundos de duración, o al menos así creía que se producían. ¿Era así? Trataba de medirlas por la distancia recorrida entre puntos de referencia conocidos y aunque los datos pasaban por su cabeza en realidad le martilleaban sin penetrar en ella. El hombre seguía caminando a paso ligero; quizá era ese paso lo que le impedía organizar un