hasta ser sólo un punto de luz justo antes de desaparecer en la oscuridad? Apretaba el paso conteniendo a duras penas la excitación que hervía en su cuerpo. Unas pocas horas tan sólo y la pesadilla habría terminado. Eso era cuanto deseaba: darle fin. Lo que viniera después, quién sabe dónde y en qué forma, pertenecería a los dominios de la claridad y allí toda defensa le parecía posible; y aun la derrota misma, por indeseada que fuese, también