y se detuvo ante el ventanal como si hubiera perdido de nuevo la memoria. El sofá estaba ahora a su izquierda. El sofá donde yacía el cadáver. La palabra cadáver le produjo un escalofrío pero ni mudó su gesto ni pareció mover a su entendimiento. Arqueó el muslo izquierdo hasta sentir el amparo del sofá y lo apartó acto seguido. Permanecía en pie con los brazos colgantes y expresión indecisa. Daba la impresión de estar intentando extraer penosamente de adentro de su cabeza algo